Lo que debería ser una entrada hablando de como había ido la carrera se ha convertido en una alabanza hacia una organización de 10. Estoy deseando poder hacerla en algún momento, y si es el año que viene mejor.
Pintaba mal el cielo en la salida y a las pocas horas de carrera se confirmo. La tronada era bestial y en un inicio no la teníamos encima, pero el viento giró y se nos echó encima. Según los datos de Euskalnet 3000 rayos en ese periodo de tormenta.
Cuando estaba llegando a Mandarixa pegó un rayo demasiado cerca y ya vi que la cosa se ponía demasiado seria. Puede llover, hacer calor, nevar... pero con los rayos no se juega. Antes de bajar a Azpeitia me llama mi hermano y me comunica que la carrera se ha cancelado. No me da pena porque es lo lógico y la sorpresa es que la organización nos recoge perfectamente después de comer en el avituallamiento de Azpeitia y nos lleva de vuelta a Beasain. Increíble que en dos horas estuviera en mi furgoneta con toda las bolsas de ropa, duchado y cenado.
A pesar de la suspensión tengo muy buen sabor de boca y llevo toda la semana pensando en la Ehunmillak 2019.
Volveré.
Próxima parada UTMB en 7 semanas, a quitarme la espina clavada de hace dos años.