miércoles, 27 de diciembre de 2017
Costa Blanca Trail 65km +4000m
Madre mía lo que he sufrido en esta carrera, he estado a punto de mandar a paseo todas las carreras que tenía planificada. Los últimos 17kms pe he estado parando cada poco metros. El petardazo ha sido monumental. El no ver facilidades para retirarme ha provocado que no me retirara.
Una mala gestión de la carrera ha provocado que de 9h 47 min, 6 haya estado arrastrándome. Lo que más fundido me ha dejado es que mentalmente estaba derrotado, sin ninguna gana.
Tiempo final 9h 47 min, posición final 21. Sobre el papel buen tiempo pero lo vivido no ha merecido la pena.
Llegaba en uno de mis mejores momentos, pudiendo entrenar desde que soy padre más que nunca. La salida se da a las 6:30 de la mañana de noche y haciendo bastante frío. Primer kilómetro y medio por asfalto en subida constante y el grupo se estira rápido. Estaré situado sobre la posición 13.
Nos metemos en faena con la primera subida y es la ma´s dura. Kilómetro vertical para entrar en calor. Me encuentro muy cómodo y subo rápido. la bajada que ya me la conozco también la hago rápido.
Primer avituallamiento, cargo y salgo rápido. Vamos tres corredores juntos a un ritmo alto. Tramo de sube-bajas muy rápido donde no me doy cuenta pero gasto muchos cartuchos. Llegamos al segundo avituallamiento al comienzo de una subida en pista. Los pobres voluntarios están congelados, que mérito tienen. Subida fácil por pista y bajada larga también por pista para hacer frente a una subida de unos 400m+ por senda cómoda.
Una vez coronado bajada por carretera hasta Benifato, llego muy tocado para ser el kilómetro 28. Me siento en el avituallamiento pero pinta mal. El estar pendiente de la posición y ver que me pasaba la gente me va tocando todavía más. Pedazo de lección que me he llevado en esta carrera. Mi objetivo es terminar.
Desde Benifato empieza la subida a Aitana, punto más alto de la provincia de alicante. 900m+ donde la parte final se vuelve más dura. Durante la subida problemas de tirones en la pierna... Vamos se me junta todo. Posturas raras para que no se me vuelva a subir... Llego arriba de milagro.
Vistas estupendas y para abajo. Que horror de bajada, primero vas pasando de cumbre a cumbre por una senda llena de piedras en punta, luego pista para regalar y después de pasar el avituallamiento bajas por un barranco donde probé un par de veces la dureza del suelo.
Llegada a sella donde está el avituallamiento caliente. Me encuentro sin ganas de seguir. Salgo de el porque no veo una autobús sino me hubiera retirado. De nuevo subida en pista que no termina nunca. Me siento en varias ocasiones impotente. No estoy disfrutando y quiero que esto termine pero quedan 17kms. Angustioso lo eterno que se me hace. Hasta que en la cima nos unimos a los corredores de la maratón y decido ir de corredor en corredor y hablar un rato con ellos. Y es un acierto. Por fin consigo engañar a la cabeza. Ultimo avituallamiento, pequeña subida y larga bajada hasta meta.
Entro en meta sin alegría, llamo a casa y me pongo a llorar, que sufrimiento he pasado. Durante los próximos días me planteo incluso dejar de correr ultras. Desde luego no me veo con ganas de afrontar en tres semanas la ultra Falco Trail pero ese es otro cantar.
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