Viernes 26 de Agosto del 2016 a las 18:00, Chamonix. Mira que llevaba tiempo esperando este momento. Empieza a sonar la música de Conquest of Paradise, dan la salida, pelos de punta. Las calles de Chamonix están a tope, miro al cielo en busca de un capote por parte de mi padre. ¿Me dejará la rodilla poder realizar un sueño que llevo varios años buscando? . Hace un mes jugando con mi hijo me pegué un fuerte golpe en la rodilla derecha que me ha dejado fuera de combate, después de 2 semanas de parón,solo he podido salir 5 días a trotar. Cuatro días terminé con dolor y a falta de 2 días en la última salida el dolor remite.
Los primeros kilómetros hasta Les Houches es por una pista muy agradable dentro del bosque acompañando al río. No para de animar la gente, nunca había corrido una carrera de montaña con tanto público.
Llegada al avituallamiento, Jorge y yo nos lo hemos tomado con mucha calma, vamos en la posición 1900, con lo cual el avituallamiento es un campo de batalla. Lleno bidón y continuamos. Saliendo del pueblo desde una casa nos anima una simpática chica con los pechos al aire, jaja, nunca me había pasado eso.
Comenzamos la primera subida a le Delevret, son 800m+ casi en su totalidad por pista. En algunas zonas se forman atasco. La bajada en algunos tramos es por una pistas de esquí de las que pasa factura. Intento bajar lo más suave posible. Llegamos a Saint-Gervais a 35 minutos del corte, y es que hemos perdido mucho tiempo en la salida debido al atasco que hemos pillado. No nos preocupa porque según pase los kilómetros el corte se alarga.
El tramo entre Saint-Gervais y Les Contamines es un sube baja constante. Lo hacemos de noche. Otro avituallamiento donde no se puede ni estar de tanta gente.
Desde aquí hasta Notre-Dame de la Gorge es un tramo que se puede correr cómodo. Pasamos por zonas de acampada que durante el día tiene que ser muy bonito. A partir de Notre-Dame se acabaron las tontería. Subida interminable hasta el el Col de bonhomme. Me lleva 2 horas y media con un avituallamiento intermedio. La noche es increíble, está estrellada, y se puede ver la serpiente de frontales que señalan el recorrido.
Me he tenido que tomar un ibuprofeno porque me empieza a doler la rodilla. Me he puesto de límite uno, no quiero castigar los riñones más de lo que lo hará la carrera (llamarme hipocondriaco) y que sea tan pronto no augura nada nuevo. Se lo comento a mi amigo, el ritmo es tranquilo para no forzar, mi primer gran objetivo es llegar a Courmayeur. Así junto a la CCC que corrí el año pasado ya habré dado la vuelta completa al Mont-Blanc.
Llegamos al collado y bordeamos ascendiendo un poco más hasta llegar al refugio donde está el control de paso. Primera parte de la bajada un poco técnica para terminar en una pista cómoda donde se puede correr muy a gusto. Estoy disfrutando mucho de este momento, el ibuprofeno a hecho efecto y la rodilla me da una tregua.
Avituallamiento en Champieux y control de material (teléfono, gorra y el impermeable con membrana). Los primeros kilómetros hacia el col de la Seigne son por carretera, los hacemos hablando tranquilamente. Estrellas fugaces.... vaya noche más bonita. De nuevo senda hacia arriba hasta coronar el col de la Seigne. Aquí me encuentro con el amanecer más bonito que he visto hasta ahora en montaña. A mi izquierda todo el macizo del Mont-Blanc y a mi derecha todo un mar de nubes Me paro para disfruta un rato que pocas veces se puede disfrutar de un espectáculo así.
Bajamos camino de Lac Combal y cogemos un desvío para dar un bucle por el col de las Pyramides Calcaires. Para mí sobra esta parte, no aporta nada, todo lo contrario, zona de mucha roca suelta donde se puede torcer toda la carrera, repito, yo lo quitaría y lo dejaba como estaba antes.
Llegamos al avituallamiento, primer momento que hace frío y me pongo la chaqueta. Tres kilómetros de tranquilidad antes de la subida a Arete du Mont-Favre. Subida que nos llevará 50 minutos, las vistas son impresionantes, que suerte poder disfrutarlas. Desde aquí toda bajada hasta Courmayeur. Primera parte fácil para una última parte desde el col de Chécrouit mortal, muy vertical con muchos escalones y raíces.
Llegamos al avituallamiento de Courmayeur donde nos dan la bolsa de material, me como dos platos de pasta, me cambio y después de casi una hora salimos. El calor aprieta y tenemos una buena subida hasta el refugio Bertone. Con calma llegamos al avituallamiento en donde todos buscamos una sombra.
Desde el refugio de Bertone al de Bonatti es donde mi rodilla empieza a doler mucho, sobre todo en las bajadas. Subiendo me siento bien pero las bajadas se convierten en una tortura. Sentado en el mirador del refugio de Bonatti es donde decido que mi aventura se ha terminado. Por muy bien que me encuentre queda mucha bajada y no quiero fastidiarme seriamente la rodilla.
La bajada hasta Arnuva se me hace dura por el dolor cuando el año pasado corría tan plácidamente por este mismo punto.
En Arnuva me cortan el dorsal y le doy todas mis fuerzas a Jorge.
Contento de haber podido llegar hasta Arnuva cuando hace una semana no podía ni bajar escaleras. Me da pena porque me encontraba bien físicamente. De esta manera siempre me queda la excusa para volver a Chamonix.
Mi recomendación es entrenar mucho desniveles tanto positivos como negativos. Si hubiera podido seguir, se que me faltaba entrenamiento y me hubiera tocado andar mucho. Tengo que ser realista y con el poco tiempo que tengo ahora mismo creo que no debo de pasar de los 100 kilómetros. La carrera me ha parecido de una belleza increíble y solo por ese amanecer a merecido la pena el viaje.
Termino con una frase del último libro que he leído:
Aprenda a amar sus derrotas, pues son las que le construirán. Son sus derrotas las que darán sabor a sus victorias.
P.D.: El traumatólogo me a dicho que debido al golpe, el cartílago se vio aplastado generando una condromalacia que es lo que me generaba tanto dolor en las bajadas. Han pasado dos semanas y me recomienda que repose otras tres.
